lunes, 24 de septiembre de 2012



QUINTA PARTE DEL RESUMEN


LA ALDEA DE LOS ANTEPASADOS


Nadia y Alexander estaban un día completo en el bosque escondidos más de 10 horas en los refugios de los cazadores. Alexander y Boroba estaban hambrientos pero no querían comer nada porque les daba dolor de tripas. Luego cuando pasaban porque los antepasados Beye –Dokou les comentaban que ha ese lugar solo se iba cuando fallecían algún miembro de la tribu lo envolvía con hojas, lo enterraban y salían corriendo lo más posible. Nadia y Alexander decidieron ir a la aldea prohibida y conversar con sus antepasados. Los demás pigmeos acordaban que a Kosongo debían distraerla mientras los demás habría los corales de las mujeres y luego traerían las armas.

Alex propuso que ellos debían entrar al cementerio de los antepasados y pedirle ayuda, pero Beye –Dokou, no quiso entrar al cementerio y luego llegaron a la puerta todos, se despidieron de los jóvenes porque sabían que no iban a regresar con vida, pero Alexander le dijo a Beye –Dokou que tenia que esperarle al amanecer y Beye –Dokou acepto.

Cuando los dos jóvenes se encontraban en el cementerio vieron era muy limpio y que los cuerpos estaban en orden era muy raro porque nadie ingresaba al cementerio. Alexander y Nadia se sentaron en una de las tumbas y empezaron a conversar de pronto apareció una anciana era muy flaca y llevaba unos trapos en su cuerpo ella decía que era Nana-Asante.
Nadia dijo que ella era la reina de la aldea Nana- Asante había permanecido varios años en el cementerio y que se alimentaba de las ofrendas que traían los pigmeos. Nana-Asante dijo que sabía todo lo que pasaba en la aldea y que los antepasados les ayudarían Nadia le dijo a Nana-Asante que fueran con ellos a la aldea, ella acepto y fueron donde les estaba esperando Beye-Dokou. Él se encontraba dormido Nadia los despertó y cuando vio a Nana-Asante él se asustó; Nana–Asante le dijo que estaba viva y el creyó a la reina.
Cuando vieron los demás pigmeos se asustaron y salieron corriendo y luego entendieron que estaba viva.
Alexander mostró el amuleto y Ipemba – Afua y entre todos acordaron un plan para destituir su cargo a Kosongo y Mbembele.






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